Este libro de Saramago es una confesión de la forma de pensar del escritor en relación a diversos temas de interés, los mismos que a través de múltiples conversatorios han sido recogidos y trasladados al papel para tener como un instrumento de su pensamiento.
En relación a lo aplicable de sus ideas en la cotidianidad. El cuestiona la forma light de escritura de los jóvenes literatos, dice que pocos se salvarían de esta crítica. Desde mi reflexión esto se daría ya que la falta de profundidad en la lectura hace que los estudiantes tan solo tengan ideas vagas, sin muchos contrastes en relación a los temas de interés los mismos que luego son tratados superficialmente o como él los llama de escritura light.
La pérdida del hábito de la lectura hace que el tratamiento que se le dé a los distintos análisis y estudios sean sin el condumio necesario para poder sostener con claridad las diversas argumentaciones. Esto es aplicable y se podría corregir si todos decidiéramos retomar y cultivar este hábito.
En el tema ideológico de conservarse como un personaje de izquierda el indica que en su estructura genética permanecen aquellas hormonas comunistas que le imponen una obligación ética.
Los seres humanos tenemos diversas obligaciones a las que estamos expuestos. Depende de la valentía, de nuestros principios, de la fortaleza, del compromiso que impulse a estas para determinar si las cumplimos o no. A demás debemos estar completamente convencidos de lo que creemos caso contrario la debilidad del conocimiento aria que se torne vulnerable el pensamiento.
En el tema de la crisis de las ideas que plantea tanto para los de tendencia de derecha como de izquierda las mismas que son difuminadas y no siempre aceptadas ya que han sido concebidas de manera unilateral, sin la participación de la gente.
Hoy en nuestro país se apuesto en boga la llamada participación ciudadana en donde el termino socializar se lo ha prostituido ya que lo único que se busca es camuflar sus intenciones he interés con el supuesto de dar a conocer lo que se quiere hacer, mas no una apertura para la aportación de ideas como debería canalizarse en una autentica participación ciudadana. Y como siempre al final ellos terminan imponiendo su pensamiento.
Comparto plenamente con Saramago que el RESPETO es la columna vertebral en donde debe sostenerse la sociedad. Lastimosamente la gran mayoría piensa en el yo personal dejando de lado el interés de los demás. A mí me tienen que respetar, la pregunta es yo respeto a los demás? Si partimos de la igualdad en el respeto podremos consolidar esta premisa fundamental que nos podría ayudar a conseguir equilibrio y armonía en la sociedad.
En relación a que la verdad absoluta no existe. Me allano a ese pensamiento ya que siempre estará en discusión de cualquiera de las dos partes. Tanto de la genera, esta en defensa de su postulado y la que recepta cuestionándola. Las verdades tienen ese punto de discusión desde su concepción. Siempre habrá alguien que no esté de acuerdo con lo planteado.
Lo importante es que la mayoría las acepte, para esto tienen que estar estudiada, contrastada, sustentada, y muy bien argumentada, en pocas palabras ser creíble.
Si tocamos el tema del optimismo, y el pesimismo yo creo que se debe mantener un equilibrio. El optimismo hace que avizoremos un mejor futuro pero ese futuro requiere de trabajo, el mismo que no solo debe quedar en teoría. El impulsar proyectos que modifiquen lo que es tal mal. Corregirlo o desecharlo nos hace personas comprometidas con la sociedad.
El pesimismo permite permanecer alerta buscando nuevas estrategias re ingeniando ideas para continuar arrimando el hombro en la lucha por el cambio.
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